La fibra de avena es una fibra dietética obtenida de la avena, rica en fibras solubles (como el betaglucano) e insolubles (como la celulosa).
Tiene un alto valor nutricional y es conocida por su capacidad para ayudar a la digestión, controlar los niveles de colesterol y estabilizar la glucosa en sangre. La fibra de avena se presenta generalmente en polvo, lo que facilita su incorporación en diversos productos.
Estos son sus principales usos:
- Suplemento alimenticio y productos saludables: se incorpora en suplementos de fibra para mejorar la digestión y promover la sensación de saciedad, siendo útil en dietas para el control del peso.
Es popular en productos saludables como barras de cereal, batidos y productos para reducir el colesterol, debido a su contenido de betaglucano, que ayuda a reducir el colesterol LDL. - Industria panadera y de alimentos: utilizada en panes, galletas, y otros productos horneados, ayuda a aumentar el contenido de fibra y mejora la textura y frescura del producto final.
Ayuda a retener la humedad en productos horneados, lo que prolonga su vida útil y mejora su textura. - Control de niveles de glucosa y colesterol: la fibra de avena, especialmente por su contenido de betaglucano, es eficaz para controlar los niveles de glucosa en sangre al ralentizar la absorción de carbohidratos, y es recomendada para personas con diabetes o en riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
- Alimentos funcionales y dietéticos: se emplea en la formulación de alimentos funcionales como yogures, bebidas y productos enriquecidos para mejorar su perfil nutricional. Además, al ser baja en calorías, es ideal para dietas hipocalóricas.
- Nutrición deportiva: debido a sus propiedades de energía sostenida y capacidad de promover la saciedad, es popular en batidos y barras energéticas, especialmente en productos orientados a deportistas.