El formaldehído al 10% es una solución diluida en agua, a menudo con una pequeña cantidad de metanol para estabilizarla.
Es una solución acuosa y transparente, con un olor fuerte y penetrante. Esta concentración es más baja que la del formol tradicional (que suele ser al 37%), lo que la hace más segura para ciertos usos, aunque sigue siendo tóxica y potencialmente irritante.
Estos son sus principales usos:
- Conservación de tejidos (anatomía e histología): se utiliza para fijar tejidos biológicos (humanos, animales o vegetales) antes de su análisis en laboratorio.
Detiene la descomposición celular y preserva la estructura microscópica del tejido. - Desinfectante y antiséptico (uso industrial o limitado): en el pasado, se usaba como desinfectante en hospitales o laboratorios. Actualmente se limita su uso por ser irritante y potencialmente cancerígeno, y se prefiere evitarlo en favor de alternativas más seguras.
- Investigación científica: se usa como reactivo químico para estudios celulares, moleculares y biotecnológicos.
Es esencial para mantener muestras estables y manipulables en microscopía.