El hipoclorito de sodio también conocido como hipoclorito sódico o lejía cuando es diluido en agua, se caracteriza por ser inestable y un oxidante potente.
Puede encontrarse en forma líquida o como anhidro, tiene un olor penetrante y su color es verde amarillento. No debe confundirse con el cloro tradicional.
Este producto es una sal deshidratada que se descompone cuando está en contacto con el aire y no es compatible con las sales de amonio, el amóniaco, metales oxidables, entre otros.
Estos son algunos de los usos más comunes de la lejía o hipoclorito de sodio:
- Blanqueador doméstico: se encuentra de forma común en productos de limpieza y blanqueadores domésticos. Se utiliza para desinfectar y blanquear ropa, así como para limpiar superficies y utensilios.
- Tratamiento de aguas residuales: se emplea para desinfectar el agua antes de su liberación al medio ambiente, asegurando que no contenga microorganismos nocivos.
- Industria Alimentaria: se utiliza como desinfectante para lavar frutas, verduras y utensilios, contribuyendo a la seguridad alimentaria y la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos.
- Control de Olores y Moho: debido a sus propiedades desinfectantes, el hipoclorito de sodio se utiliza para controlar olores no deseados y prevenir el crecimiento de moho en áreas propensas a la humedad.
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